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Tal como estuvieron en la primera fila para defender su país del terrorismo, contribuyen ahora con su labor a la recuperación en varios campos, gracias al programa nacional Herido de Patria.
Damasco, 18 jul (SANA) Miles de militares y civiles lesionados durante más de una década de guerra impuesta a Siria figuran hoy como verdaderos ejemplos de paciencia, lucha y recuperación.
Tal como estuvieron en la primera fila para defender su país del terrorismo, contribuyen ahora con su labor a la recuperación en varios campos, gracias al programa nacional Herido de Patria.
Qais Al-Hasan decidió, tras defender el presente y futuro de su nación en el campo de batalla, superar sus cicatrices y contribuir a la conservación de la seda, una de las profesiones más ancestrales de Siria.
Varias familias lo ayudan en el proceso de hacer los hilos de seda, lo que constituye una fuente de ingreso y un medio para conservar y desarrollar este oficio y pasarlo a las futuras generaciones.
Mientras Husam Heneidy quien resultó herido en 2015, explicó que tras estar dos años en cama, decidió hacer su propio proyecto basado en un pequeño restaurante, en el que ofrece comida y pizzas típicas hechas a un horno de leña.
Todos los componentes de nuestra comida están hechos y producidos por nosotros mismos, sea el trigo, queso, aceite de oliva, el tomillo y todas las verduras y vegetales, afirmó.
Según Heneidy, con la paciencia y el trabajo, no solo logró recuperarse, sino ayudar a varias personas a buscar un sustento.
Fady Nicolás Beshara es otro militar lesionado que optó por un proyecto basado en la producción de bananas, un fruto tropical que se importa porque no se cultiva en Siria.
La siembra requiere mucha atención, pero no importa, pues luché por esta tierra y perdí parte de mi cuerpo por ella, y ahora vuelvo a esta mismo suelo que no deja de ser generoso con quien lo trabaje, manifestó.
Otros lesionados optaron por la superación académica y científica al decidir continuar sus estudios, y muchos lograron graduarse de carreras universitarias como en el caso de Yussef Asaad, quien estudió farmacología y aseguró que pretende ser un ejemplo de la perseverancia para sus hijos y la sociedad.
A su vez, Murhaf Ehssan Al-Halabi no se dio por vencido tras sufrir una discapacidad física parcial debido a sus heridas, y logró obtener licenciatura y maestría en derecho, y actualmente ejerce su profesión.
Ha sido un trabajo arduo, pero lo importante al final es el sentimiento de satisfacción y de ser útil, subrayó.
Fuente: Prensa Latina
