La IX Cumbre de las Américas “ha confirmado la declinación hegemónica de EEUU”

Damasco, 12 jun (SANA)   Concluida la IX Cumbre de las Américas, quedó en evidencia que Estados Unidos perdió su influencia sobre los Gobiernos del continente. Analistas bolivianos coincidieron en la necesidad de fortalecer el multilateralismo a través de nuevas instituciones, donde no se excluya a ningún país.

La IX Cumbre de las Américas concluyó en Estados Unidos con la certeza de que fue un fracaso diplomático para el Gobierno de Joe Biden. Los cinco días de reunión dejaron en claro que el presidente estadounidense erró en sus cálculos al vetar el ingreso de representantes de Cuba, Venezuela y Nicaragua, como castigo por no alinearse con los intereses del país del norte. Varios discursos presidenciales apuntaron que de ninguna manera se fortalecerá el continente a partir de la exclusión.

El presidente boliviano, Luis Arce, así como el mexicano Andrés Manuel López Obrador, rechazó la invitación a participar en la Cumbre de las Américas, en señal de protesta por la ausencia de países donde —según EEUU— no se respeta la democracia.

Sputnik consultó a analistas bolivianos, quienes coincidieron en la percepción de que EEUU ya no puede digitar más la vida democrática en los países del continente.
“Es una cumbre marcada por el fracaso, porque la política de exclusión que generó la administración Biden afectó su capacidad de convocatoria y puso de manifiesto su pérdida de liderazgo en la región”, dijo a Sputnik Hugo Moldiz, exministro de Gobierno del expresidente Evo Morales (2006-2019).

“Varios países del Caribe, a pesar de ser geográficamente muy pequeños en extensión, políticamente vulnerables, económicamente dependientes, reafirmaron su negativa de asistir a la Cumbre de las Américas. Y, los que asistieron, no actuaron al unísono de la narrativa que Biden esperaba”, agregó.

“La mayor parte de los que fueron abogaron a favor del cese de bloqueo contra Cuba, contra Venezuela, el cese de hostilidades contra la revolución nicaragüense”, dijo Moldiz.

Asimismo, “respaldaron todos ellos la propuesta argentina de que el ser anfitrión, de aquí para adelante, no debería tener el privilegio o la potestad de excluir a países por razones político-ideológicas”, explicó el exministro, quien pasó todo el Gobierno de facto de Jeanine Áñez (2019-2020) refugiado en la Embajada de México en La Paz, ante las amenazas que le enviaban grupos golpistas.

“Esta Cumbre ha confirmado la declinación hegemónica de EEUU. Ha perdido su liderazgo no solamente en el mundo, sino en el propio continente al que siempre ha considerado su zona de retaguardia”, sostuvo Moldiz.

Una cumbre sin presidentes

Bolivia estuvo representada en la Cumbre de las Américas —que se desarrolló del 6 al 10 de junio en la ciudad estadounidense de Los Ángeles— por el canciller, Rogelio Mayta; y el embajador del Estado Plurinacional ante la Organización de los Estados Americanos (OEA), Héctor Arce Zaconeta.

Gabriel Villalba, analista especializado en política internacional, defendió la ausencia del presidente Arce en este foro: “No se puede permitir que sigan existiendo en nuestro continente organismos que tengan la facultad para excluir a países. Esa prerrogativa no se aguanta más a nivel internacional, y Bolivia lo hizo saber”, contó a Sputnik.

El analista describió a la Cumbre de las Américas como “una institución caduca, que es una marioneta diplomática del Gobierno norteamericano para tratar de imponer aquella geopolítica de dominación imperial que tanto pregona desde tiempos de la doctrina Monroe”, que data de 1823.

“Para EEUU, el control territorial, militar, diplomático, económico y financiero de la gran isla americana constituye un tema de seguridad nacional, así lo manifiestan sus diferentes agencias de inteligencia”, remarcó.

Villalba recordó que Bolivia no tiene embajador de EEUU desde 2008, cuando el entonces presidente Morales expulsó del país a Philip Goldberg, acusado de impulsar desde su Embajada un intento de golpe de Estado, que en ese momento fue sofocado.
El camino de la CELAC

Uno de los discursos más duros contra Biden fue pronunciado por el presidente de Argentina, Alberto Fernández. Habló a nombre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), integrada por 32 países de la región, cuya presidencia pro témpore también tiene el argentino.

“Es clave empezar a ver otras formas de integración regional, mucho más allá de lo estrictamente periférico a EEUU”, comentó Villalba. Consideró que ese país “se ha caracterizado por autoconvencerse de que es el hermano mayor que cuida a los hermanitos menores de Centroamérica y Sudamérica”.

Según su análisis, “ha llegado el momento histórico en la cual esos denominados hermanitos menores de EEUU ya no son tal. Han crecido y hoy se rebelan contra un sistema que los sigue viendo desde la perspectiva infantilista de norteamérica”.

Por su parte, Moldiz afirmó que la CELAC “nació con la idea de aglutinar a los países de la región y construir un bloque latinoamericanista, caribeño, que ciertamente es la única posibilidad de tener una relación de tú a tú con los EEUU”.

En este sentido, evaluó que se debe fortalecer a la CELAC “para incidir en la configuración de un nuevo orden mundial. De lo contrario, estamos condenados a seguir detrás de los EEUU, como lo ha hecho vergonzosamente la Unión Europea en los últimos años, y de manera bastante grosera cuando explotó la crisis militar en el este de Europa”.

Y repuso: “Hay una posibilidad de construir un orden multipolar, a través de la CELAC y también los países de África”. De esta manera, “se podría mantener equidistancia de EEUU, con quien siempre hay que tener muchísimo cuidado. Del mismo modo, se podría tener una relación distinta a la del sometimiento con países como China, Rusia y otros”.

Fuente: Sputnik

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