¿Dónde están las garantías de seguridad para el pueblo ruso?

Damasco, 22 feb (SANA) El presidente ruso, Vladimir Putin, a través de la emisión de dos decretos reconoció las independencias de las Repúblicas de Lugansk y Donetsk en la región de Donbás, fronteriza con Rusia, que se separaron de Ucrania en el año 2014, luego de un golpe de estado (patrocinado por Estados Unidos, Reino Unido y la Unión Europea) contra el presidente Víctor Yanukovich.

El reconocimiento de Rusia a las independencias de los nuevos Estados por consideraciones humanitarias, surgió a petición de los gobiernos de esos pueblos rusohablantes afectados, discriminados y cercados por las tropas militares ucranianas (dirigidas por fuerzas extranjeras), quienes flagrantemente violaron los acuerdos de Minsk y los preceptos universales de los derechos humanos.

Tras el reconocimiento por parte de Rusia de las nuevas Repúblicas, los gobiernos de Lugansk y Donetsk, firmaron con el gobierno ruso, un acuerdo de amistad, cooperación y asistencia mutua, en lo que implica el despliegue de las tropas rusas en esos territorios para garantizar la paz y disuadir a los paramilitares y al ejército de Ucrania, abandonar las posturas hostiles guerreristas contra los territorios declarados independientes.

Ucrania desde el año 2014, se ha sentido fuerte, respaldada por las potencias mundiales que les ha entregado armas de todos los calibres y potencias, creando una inseguridad regional, mientras, la estructura militar de EEUU y la OTAN se expanden hacia las fronteras de Rusia.

El presidente Vladimir Putin, en su discurso (a través de los medios de comunicación) el día 21 de febrero de 2022, manifestó: “Rusia ha hecho todo lo posible para preservar la integridad territorial de Ucrania. Todos estos años luchó persistente y pacientemente por la implementación de la Resolución 2202 del Consejo de Seguridad de la ONU del 17 de febrero de 2015”, con el propósito de alcanzar una reconciliación interna en Ucrania, pero no ha sido posible.

Ucrania, quien obedece a las políticas de EEUU como una colonia, hace entrever que no le interesa la paz dentro de su país: Primero, porque a EEUU le conviene que Ucrania permanezca en un estado de guerra, para ellos, con sus políticas de pacificación y seguridad, manejar todas las estructuras del gobierno ucraniano y prepararlo para acciones futuras contra Rusia; Segundo, la inseguridad dentro de Kiev, propiciaría (a corto plazo) que la OTAN pueda otorgar a Ucrania la membresía o la incluya como país observador dentro de su organización. De esta manera, la OTAN, alcanzaría la total expansión hacia el este de Europa y la instalación de bases militares en todo el territorio ucraniano para cercar a Rusia y frenar su crecimiento y desarrollo.

En pocas palabras, Ucrania es el territorio ideal de EEUU y la OTAN para amenazar bélicamente a la República Federal de Rusia y someterla a sus designios políticos y económicos.

La medida tomada por Rusia de reconocimiento como Repúblicas independientes de Lugansk y Donetsk, no viola las leyes internacionales, aunque el Secretario General de Naciones Unidas ONU, Antonio Guterres, haya dicho que “es una violación de la integridad territorial y la soberanía de Ucrania”. La decisión tomada por el gobierno de Vladimir Putin de reconocer y brindar protección a las Repúblicas de Lugansk y Donetsk, que estaban siendo masacradas por las fuerzas paramilitares y el ejército ucraniano, sin que ningún organismo internacional interviniera para detener los hechos punibles, está apegado a la Convención Internacional de Derechos Civiles y Políticos, Convención Internacional sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales, Convención para la eliminación de toda forma de discriminación racial, la Declaración Universal de Derechos Humanos, Convención para la prevención y castigo de crímenes de genocidio, entre otras convenciones, tratados y leyes internacionales.

Cabe preguntarse dónde estaba la ONU y demás organismos internacionales, cuando el 02 de mayo de 2014, el gobierno de facto, incendió la sede del sindicato de la ciudad de Odessa, quemando entre otros, al poeta Vadim Vitalyevich Negaturov, quien apoyaba un referéndum para que su ciudad natal se independizara de Ucrania.

La medida tomada por Rusia está dentro de los lineamientos de las leyes internacionales al salvaguardar la integridad territorial y la vida de una minoría étnica.

Por otra parte, Rusia no viola ningún otro territorio, ya que al reconocer a Lugansk y Donetsk, como Repúblicas Independientes, sus tropas militares pueden acudir (por petición de los gobiernos de las nuevas repúblicas) a salvaguardar sus soberanías e intereses.

Es decir, las tropas rusas están en territorio de Lugansk y Donetsk, por invitación de sus gobiernos. No es el mismo caso de EEUU que tiene desplegadas tropas al noreste de la República Árabe Siria, sin aprobación ni invitación del gobierno sirio, considerado este hecho una invasión violatoria de todas las convenciones y leyes internacionales y que el Secretario General de la ONU, Calla.

La separación de la región de Donbás de Ucrania, pudo haberse evitado si las partes involucradas; Europa, EEUU, Reino Unido y la OTAN, a través de Naciones Unidas ONU, hubiesen obligado al gobierno de facto de Ucrania a cumplir con los acuerdos de Minsk, a reconocer a Lugansk y Donetsk estados federados controlados por Ucrania, al darle garantías a Rusia que Ucrania no obtendría membresía dentro de la OTAN y parar los envíos de material bélico militar a Kiev.

No fue así, la obsesión de EEUU, Reino Unido y la OTAN, por redibujar el mapa del mundo a su favor, acercarse a las fronteras de Rusia y achicar sus libertades de desarrollo, dejar sin respuestas a las propuestas de garantías de seguridad del pueblo ruso, impulsaron a Rusia, con todo derecho, a tomar sus propias medidas de respuesta de su seguridad.

La decisión de reconocimiento de las independencias de las Repúblicas de Lugansk y Donetsk, también es una respuesta legítima de Rusia -dentro del marco de su seguridad- ante las amenazas externas a su soberanía y una señal para que la OTAN deje de expandirse hacia los territorios ex soviéticos.

Las acciones de EEUU y la OTAN, durante las últimas tres décadas no dan garantías de seguridad al mundo, porque sus políticas guerreristas han provocado desequilibrios en las regiones, han creado caos, subdesarrollo en las naciones, divisiones territoriales, imposición de condiciones “democráticas” de endeudamientos, que amenazan la paz y la seguridad misma.

EEUU y la OTAN, no buscan la seguridad ni la paz entre los pueblos, solo buscan poder para controlar al mundo bajo un sistema político y económico que satisfaga a una elite supremacista y belicista.

Si las garantías de seguridad entre las naciones, para que haya paz, debe ser mutua entre las naciones: ¿Dónde están las garantías de seguridad para el pueblo ruso?.

Escrito para SANA en Español

Por Javier Alexander Roa

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