Los “ladrones” activan plan ambicioso para robar el petróleo sirio

Damasco, SANA

El petróleo es el factor más importante del comienzo y el prolongamiento de la guerra terrorista impuesta en Siria, que ya ha entrado en su décimo año.

A pesar de la derrota del proyecto terrorista en Siria, que fue una herramienta para profundizar la crisis en el país árabe, EE.UU. aún cree que puede abanderar esa guerra y extenderlo a otros campos, es decir económicos.

La guerra económica constituye imponer sanciones contra Siria aplicando la llamada “Ley Cesar”, un reglamento que modificó el tablero regional y fortaleció la posición de Washington para robar el petróleo y el gas del país árabe.

Dicha ley es un instrumento jurídico para aislar al Gobierno de Damasco y bloquear a sus aliados. Uno de sus puntos más relevantes es que prohíbe la reconstrucción de la infraestructura del país no permitiendo la inversión de compañías extranjeras en dicha reconstrucción.

En el marco de su política de robo de los recursos del país, ahora, EE.UU. se ha centrado en saquear el petróleo sirio mediante la firma de acuerdos económicos con los grupos de la oposición siria.

Los ladrones acuerdan robar el crudo sirio

El senador del Partido Republicano de EE.UU., Lindsey Graham, declaró que el jefe de las llamadas Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), Mazlum Abdi, ha firmado un acuerdo con una compañía petrolera estadounidense para modernizar los campos petroleros en el noreste de Siria.

Graham ha hecho estas declaraciones durante una sesión del Comité de Relaciones Exteriores del Senado que contó con la presencia de Mike Pompeo, secretario de Estado de EE.UU.

Pompeo expresó el apoyo de la Administración del presidente estadounidense, Donald Trump, a esta iniciativa. “El acuerdo tomó más tiempo de lo esperado, pero estamos en el proceso de implementarlo ahora”, aseguró el secretario de Estado de EE.UU.

Según los informes, la compañía estadounidense “Delta Crescent Energy LLC”, bajo el auspicio de Graham, va a activar los pozos petroleros de Siria en la región de Al-Yazira, donde Estados Unidos tiene desplegados miles de tropas para dominar los campos del crudo y gas más importantes del este del país.

Verdad oculta detrás de la visita del jefe de Centcom a Siria

El Gobierno de Damasco condena el acuerdo y lo considera “nulo”. La Cancillería siria ha afirmado en un comunicado que dicho convenio es nulo y sin efecto legal alguno, y ha señalado que ese contrato supone un “robo integrado”. “Solo se puede describir como un acuerdo entre ladrones, en el que unos están robando y otros están comprando”, ha lamentado.

Campos de petróleo y gas de Siria, rodeados por EEUU

Entre los campos más destacados de Siria se puede mencionar Al-Omar, el más grande, que se ubica en la provincia de Deir Ezor.

La región de Deir Ezor también abarca la planta de gas, Koniko, donde la llamada coalición internacional, liderada por EE.UU. ha desplegado a finales de mayo un sistema antimisiles Patriot, alegando proteger esta zona del grupo terrorista EIIL (Daesh en árabe).

Asimismo, en la provincia de Al-Hasaka en el noreste del país, se encuentran el campo petrolero de Rumilan, y el campo gasífero de Al-Jibsa.

A pesar de que los 2500 millones de barriles de crudo que yacen en el subsuelo de Siria son insignificantes respecto a los 300 000 millones de barriles que atesora Arabia Saudí, las reservas sirias representan la clave del control efectivo de la economía del país árabe.

EEUU desvela su plan B para saquear el petróleo sirio

Los objetivos de la firma del acuerdo entre las milicias kurdas y EE.UU. para activar los campos petroleros, están relacionados con el plan B lanzado por los Estados Unidos después de que Siria lograra derrocar el plan A, basado en la aparición de los grupos terroristas en el país.

Otro aspecto del plan B de EE.UU. constituye en intensificar las medidas hostiles contra el Gobierno del presidente sirio, Bashar al-Asad, usando los células durmientes de Daesh para lanzar ataques contra posiciones del Ejército sirio en las zonas fronterizas con Irak, y así cortar la conexión geográfica de Siria con Irak; otra medida estadounidense para asfixiar la economía del país árabe.

Pues, así EE.UU. está intentando privar a Siria de acceder a una carretera terrestre que le une a la República Islámica de Irán, una vía que debe pasar por el territorio iraquí hasta llegar al país persa.

Con esta medida, Washington pretende ganar tiempo y terminar su proyecto controlando los campos de petróleo y gas en la región siria de Al-Yazira y aprovechar la oportunidad para hacerse con el control del petróleo y gas.

La firma de este acuerdo y su anuncio envía mensajes políticos de que la Administración estadounidense está tratando de reconocer la creación de un Estado kurdo en Siria, y que la firma de dicho convenio habilita a los kurdos controlar los campos de petróleo y utilizar sus ingresos sin dar explicaciones al Gobierno central.

Esto significa que el país norteamericano sigue con la política “divide y gobierna” en Siria, donde está apoyando a grupos étnicos para formar sus miniestados y así desintegrar a Siria.

Lo extraño es que Washington, que posee el ministro de Asuntos Exteriores más estúpido en la historia de los Estados Unidos, saquea y confisca la riqueza de los países a través de la intimidación e imposición de sanciones económicas.

Desde el inicio de la crisis siria en 2011, Estados Unidos ha adoptado medidas para saquear el gas, petróleo y productos agrícolas de Siria.

En la región siria de Al-Yazira, rica en gas y petróleo, EE.UU. ha desplegado miles de militares y cuenta con sus aliados kurdos, sus brazos ejecutivos, para saquear el crudo, al mismo tiempo mantiene una presión económica asfixiante contra Siria.

¿Cómo EEUU roba el petróleo de la región siria de Al-Yazira?

Según los informes, EE.UU. está ultimando los preparativos para extraer más petróleo de las regiones sirias para contrabandear el “oro negro” fuera del país.

EE.UU. está transportando el petróleo sirio desde la provincia de Deir Ezor hacia el territorio iraquí, donde cuenta con el respaldo de una compañía de transporte iraquí, llamada Al-Nayi. Esta empresa proporciona tanques para transportar petróleo desde los campos de Deir Ezor hasta la región de Al-Shaddadi, en la gobernación siria de Al-Hasaka.

Desde Al-Hasaka, EE.UU. escolta a los camiones cisterna hasta que lleguen a la región de Al-Rumilan, cerca del paso fronterizo iraquí de Al-Mahmudiya. Cada día, más de 150 tanques cruzan la frontera iraquí, tal y como revelan medios locales.

Comunidad internacional, cómplice de EEUU en el robo del petróleo sirio

Los soldados norteamericanos quedarán en el norte de Siria para proteger el crudo sirio, no solo de los integrantes del grupo terrorista Daesh, sino también de las fuerzas del Gobierno sirio. Estas declaraciones del secretario de Defensa de Estados Unidos, Mark Esper, demuestran lo que está buscando este país en Siria. Hacerse con el crudo sirio forma parte de su intervención en este territorio.

La guerra ha disminuido la producción del petróleo en el país árabe. En 2008, Siria extrajo 406 000 barriles por día de sus campos de crudo, y en el primer año de la guerra, es decir en 2011, la cifra cayó y alcanzó los 353 000 barriles por día. En 2018, este país solo pudo producir 24 000 barriles por día, tal y como indica una revisión estadística de British Petroleum en 2019.

En 2014, la agrupación extremista de Daesh llegó a dominar el campo más grande de Siria, Al-Omar, que se ubica en Deir Ezzor. La venta del petróleo generó en 2015 un ingresó de caso 40 millones de dólares por mes para Daesh.

Dos años después, esta banda extremista perdió el control de las zonas petroleras ante las Fuerzas Democráticas de Siria, respaldadas por Estados Unidos. Desde 2017, las fuerzas kurdas se han hecho con el ingreso de la venta del petróleo del Éufrates.

Pues, los aliados de EE.UU. llegaron a controlar el 70 % de los recursos de crudo de Siria, privando así al Gobierno de Damasco de conseguir dinero de la venta del hidrocarburo.

Todo eso ocurrió mientras la comunidad internacional ha guardado un vergonzoso silencio al respecto. Las instituciones internacionales que no han reaccionado ante las violaciones estadounidenses y el robo del petróleo de Siria se han convertido en instituciones sin credibilidad. En algunos casos, son socios con Washington.

Ahora, Siria y sus aliados de la Resistencia, debe apostar por todos los medios a su alcance para expulsar a las tropas de la ocupación estadounidense si quiere que su economía respire un poco y, sobre todo, preservar su integridad territorial.

Fuente: Hispan TV

Por Mohsen Khalif Zade

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