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Nueva York, SANA
La Asamblea General de las Naciones Unidas exigió una retirada israelí de todo el Golán sirio ocupado hasta la línea del 4 de junio de 1967, en cumplimiento de las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad.
La resolución titulada “el Golán sirio” fue aprobada por mayoría de votos y reafirma el principio fundamental de la inadmisibilidad de la adquisición de territorio por la fuerza de conformidad con el derecho internacional, la Carta de las Naciones Unidas y la aplicabilidad de la Convención de Ginebra relativa a la protección de civiles durante la guerra sobre el Golán sirio ocupado.
Asimismo, la Asamblea General condenó el incumplimiento de Israel a la Resolución del Consejo de Seguridad no. 497 de 1981, y afirmó que la decisión de Israel emitida del 14 de diciembre de 1981 de imponer sus leyes, jurisdicción y administración sobre el Golán sirio ocupado es nula y no tiene legitimidad alguna.
“El derecho soberano de Siria sobre el Golán sirio ocupado hasta la línea del 4 de junio de 1967 no está sujeto a negociación o concesión, y Siria no renunciará a su derecho de recuperar a su territorio ocupado por todos los medios garantizados por la Carta y los principios del Derecho Internacional y las resoluciones de la ONU”, dijo el encargado de negocios interino de la Misión Permanente de Siria ante las Naciones Unidas, Louay Fallouh.
El diplomático sirio explicó que “recientemente, fuimos testigos de una serie de actos provocativos unilaterales cutos autores están tratando de aprovechar la incapacidad de la comunidad internacional de poner en práctica sus resoluciones sobre poner fin a la ocupación israelí, en un intento de evadir las obligaciones legales y consagrar la ocupación, y esto se manifiesta en la declaración de la administración estadounidense de reconocer a Jerusalén como capital de Israel y la anexión israelí al Golán sirio ocupado”.
Fallouh reiteró la condena de Siria en los términos más enérgicos a las decisiones de la administración estadounidense, que constituyen una violación flagrante del derecho internacional, la Carta de las Naciones Unidas y las resoluciones pertinentes de las Naciones Unidas.
“Es una acción unilateral de alguien que no tiene la competencia política, legal o moral para decidir el destino de los pueblos del mundo o actuar con tierras que no le pertenece”, agregó.
Concluyó que el apoyo ciego brindado por los gobiernos de varios estados miembros de la ONU alentó a Israel a continuar sus violaciones del derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas, y seguir intentando realizar cambios de carácter demográfico.
F.M/ E.D
